Capitulo1♥
Una vez más te adentras en la sala. Y una vez más te
preguntas cómo has llegado hasta allí.
Observas todo a tu alrededor. Las ventanas como siempre desde la primera vez que llegaste,
están abiertas, a pesar de que el otoño ya ha comenzado. Su mesa sigue en el
mismo lugar los cuadros de la pared son los mismos, y todos los objetos continúan
en el mismo sitio que la semana anterior.
También está él. En su sillón de cuero negro de siempre.
Te mira con esa mirada inquisitiva que siempre te ha parecido
tan absorbente. Y te cuestionas,
¿Cuántas personas son capaces de sentirse así tan solo por esa mirada?
La habitación como de costumbre, está completamente
iluminada. A pesar de ello, a ti no deja
de parecerte oscura. Todos los lugares te parecen oscuros.
Pero, a pesar de ser quien es él, y de ser tú la que vas
a exponerle tus problemas, nunca le contaras esa sensación de abismo que has
sentido siempre desde aquel accidente. Aunque quizá ya lo hayas hecho, y sin
darte cuenta.
Te sientas en el sofá de enfrente. Ambos estáis callados
y sabes que él espera que tú hables primero, pero no sabes cómo empezar. Finalmente,
te decides a iniciar la conversación.
-
No he visto a nadie más durante esta semana que
no fuera la gente con la que trabajo y a ella. Siento que no avanzo. No he
salido de casa.
-
¿Por qué? – Pregunta él. Aunque ya sabe la
respuesta.
-
Estorbo, no me necesitan. No me quieren. ¿Para
qué?
-
Por ella –Hace una pausa, y añade -. Para
demostrar que sigues siendo tú a pesar de todo– Tú no le comprendes del todo. A
veces no lo haces, pero no preguntas. Temes parecer una tonta. –Y con ella,
¿qué tal?- Ya sabes a quién se refiere. No necesitas pensar mucho para
averiguar en quién está pensando.
-
Bien, supongo.
-
… ¿Supones?
-
Ella es la única que me quiere, pero últimamente
ya no está conmigo.
-
Y eso se debe a él. – No era una pregunta, si no
una afirmación. Tú igualmente lo confirmaste.
-
Si. Su novio no deja de acapararla. Y yo sé que
él no es de fiar.
-
¿Por qué?
-
Porque lo sé.
-
Que tú tuvieras problemas no significa que ella
los valla a tener.
-
Pero es que ella es la única. Es importante. Solo
quiero que esté conmigo para siempre.
-
Solamente contigo y eternamente, ¿sin nadie más?
¿estás segura? – Te miró nuevamente a los ojos. Con esa mirada que te dice que
espera algo de ti. Algo que le haga sentirse orgulloso.
Y entonces lo entiendes. Comprendes que ella
merece tener a gente con ella que la valore y la aprecie como no pudieron hacer
contigo. Y un pensamiento se te escapa en forma de susurro.
-
Que egoísta.
Lo eres.
-
Lo sé.
Lo sabe. Y no hace nada por negarlo ni por
hacerte sentir mejor, como se suponía que debería haber hecho. Solo confirma lo
evidente, que has pensado solamente en ti, cuando se supone que debes pensar en
ella.
Y tú sabes que no es justo. Nada lo es. Que no
siempre serás su centro de atención. Que…
-
Tarde o temprano encontrará a alguien. O puede
que ya lo haya hecho. Al final no todo su mundo girará en torno a ti.
-
Lo sé. – Lo sabías. Lo sabías desde hacía un
tiempo. Eras consciente, y lo sigues siendo.
-
Y él sabe que tú ya lo habías comprendido-Pero
temo que no me quiera como lo hago yo. – Añadí.
-
Eso debes hablarlo con ella.
-
Ella no es así. No querrá escucharme. Pensará
cosas erróneas.
-
No te anticipes. Siempre lo haces.
Siempre lo haces. Y sabes que es verdad.
-
Pero es porque la conozco.
-
A veces la gente te sorprende.
-
Entonces lo piensas de verdad. Y te cuestionas,
¿Realmente le conoces? Si, es ella. Vives con ella pero… ¿Te has parado a
escucharla de verdad alguna vez? Sabes que sí. Y te sientes tonta por
cuestionarse esas cosas. Siempre la escuchas y siempre estas con ella, siempre
intentas que ella sea feliz, aunque sea a tu costa, pues es lo único que te
queda. Pero aun así, siempre habrá una parte de ella que desconocerás. Y no lo
puedes evitar.
-
Tú incluida. Si realmente me contaras todo lo que
piensas me sorprenderías. Pero no lo haces.
Tampoco lo harás ahora. Tú lo sabes. Y él lo sabe.
Pero sabe el por qué.
Te sientes
incapaz. Indefensa. Inútil.
Débil.
Y no te obligará hasta que estés preparada.
Porque él es tu psicólogo. No es tu amigo, pero
sí tu confidente. No le quieres, pero le ves siempre que puedes.
Y no le quieres porque no puedes quererle. Pero
le ves siempre que puedes, porque te gusta su mirada. Porque solo cuando ves su
mirada azul, Esa habitación que te parece tan oscura, se te antoja ligeramente
menos negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario