Mi Libro♥

Antes de empezar: Quiza la forma en que está narrada la historia os parezca algo rara, pero a mí me gusta más así. No en todos los capítulos estará narrado de la misma forma y por la misma persona, hay veces que está narrado por la protagonista, y otras que está narrado por cualquier otro pesonaje, o un narrador normal y corriente, eso lo indicare al inicio de cada capítulo. No me quiero enrrollar a sí que empiezo ya ^_^

Capitulo1♥



Una vez más te adentras en la sala. Y una vez más te preguntas cómo has llegado hasta allí.
Observas todo a tu alrededor. Las ventanas  como siempre desde la primera vez que llegaste, están abiertas, a pesar de que el otoño ya ha comenzado. Su mesa sigue en el mismo lugar los cuadros de la pared son los mismos, y todos los objetos continúan en el mismo sitio que la semana anterior.
También está él. En su sillón de cuero negro de siempre.
Te mira con esa mirada inquisitiva que siempre te ha parecido tan absorbente. Y te cuestionas,  ¿Cuántas personas son capaces de sentirse así tan solo por esa mirada?
La habitación como de costumbre, está completamente iluminada. A pesar de ello,  a ti no deja de parecerte oscura. Todos los lugares te parecen oscuros.
Pero, a pesar de ser quien es él, y de ser tú la que vas a exponerle tus problemas, nunca le contaras esa sensación de abismo que has sentido siempre desde aquel accidente. Aunque quizá ya lo hayas hecho, y sin darte cuenta.
Te sientas en el sofá de enfrente. Ambos estáis callados y sabes que él espera que tú hables primero, pero no sabes cómo empezar. Finalmente, te decides a iniciar la conversación.
-          No he visto a nadie más durante esta semana que no fuera la gente con la que trabajo y a ella. Siento que no avanzo. No he salido de casa.
-          ¿Por qué? – Pregunta él. Aunque ya sabe la respuesta.
-          Estorbo, no me necesitan. No me quieren. ¿Para qué?
-          Por ella –Hace una pausa, y añade -. Para demostrar que sigues siendo tú a pesar de todo– Tú no le comprendes del todo. A veces no lo haces, pero no preguntas. Temes parecer una tonta. –Y con ella, ¿qué tal?- Ya sabes a quién se refiere. No necesitas pensar mucho para averiguar en quién está pensando.
-          Bien, supongo.
-          … ¿Supones?
-          Ella es la única que me quiere, pero últimamente ya no está conmigo.
-          Y eso se debe a él. – No era una pregunta, si no una afirmación. Tú igualmente lo confirmaste.
-          Si. Su novio no deja de acapararla. Y yo sé que él no es de fiar.
-          ¿Por qué?
-          Porque lo sé.
-          Que tú tuvieras problemas no significa que ella los valla a tener.
-          Pero es que ella es la única. Es importante. Solo quiero que esté conmigo para siempre.
-          Solamente contigo y eternamente, ¿sin nadie más? ¿estás segura? – Te miró nuevamente a los ojos. Con esa mirada que te dice que espera algo de ti. Algo que le haga sentirse orgulloso.
Y entonces lo entiendes. Comprendes que ella merece tener a gente con ella que la valore y la aprecie como no pudieron hacer contigo. Y un pensamiento se te escapa en forma de susurro.
-          Que egoísta.
Lo eres.
-          Lo sé.
Lo sabe. Y no hace nada por negarlo ni por hacerte sentir mejor, como se suponía que debería haber hecho. Solo confirma lo evidente, que has pensado solamente en ti, cuando se supone que debes pensar en ella.
Y tú sabes que no es justo. Nada lo es. Que no siempre serás su centro de atención. Que…
-          Tarde o temprano encontrará a alguien. O puede que ya lo haya hecho. Al final no todo su mundo girará en torno a ti.
-          Lo sé. – Lo sabías. Lo sabías desde hacía un tiempo. Eras consciente, y lo sigues siendo.
-          Y él sabe que tú ya lo habías comprendido-Pero temo que no me quiera como lo hago yo. – Añadí.
-          Eso debes hablarlo con ella.
-          Ella no es así. No querrá escucharme. Pensará cosas erróneas.
-          No te anticipes. Siempre lo haces.
Siempre lo haces. Y sabes que es verdad.
-          Pero es porque la conozco.
-          A veces la gente te sorprende.
-          Entonces lo piensas de verdad. Y te cuestionas, ¿Realmente le conoces? Si, es ella. Vives con ella pero… ¿Te has parado a escucharla de verdad alguna vez? Sabes que sí. Y te sientes tonta por cuestionarse esas cosas. Siempre la escuchas y siempre estas con ella, siempre intentas que ella sea feliz, aunque sea a tu costa, pues es lo único que te queda. Pero aun así, siempre habrá una parte de ella que desconocerás. Y no lo puedes evitar.
-          Tú incluida. Si realmente me contaras todo lo que piensas me sorprenderías. Pero no lo haces.
Tampoco lo harás ahora.   Tú lo sabes.    Y él lo sabe.
Pero sabe el por qué.
 Te sientes incapaz.   Indefensa.   Inútil.   Débil.
Y no te obligará hasta que estés preparada.
Porque él es tu psicólogo. No es tu amigo, pero sí tu confidente. No le quieres, pero le ves siempre que puedes.
Y no le quieres porque no puedes quererle. Pero le ves siempre que puedes, porque te gusta su mirada. Porque solo cuando ves su mirada azul, Esa habitación que te parece tan oscura, se te antoja ligeramente menos negra.

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